La adopción de medidas tendientes a un uso eficiente de la energía requieren de un enfoque global que, muchas veces, excede la incumbencia específica de un sólo organismo de regulación o agencia gubernamental, y que necesita de un órgano de coordinación transversal que debería orientar y articular acciones entre las distintas instituciones.
En este sentido, la experiencia de otros países de la región, particularmente, el plan desarrollado por la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía en México, y otros ejemplos como Chile y Brasil, pueden ser de mucha utilidad. La relación costo- beneficio de las políticas de eficiencia es muy superior en muchísimos casos a la que resulta de la provisión de energía.
La Agencia Internacional de Energía (IEA) sostiene que a 2035, inversiones en el lado de la eficiencia de 12 billones de dólares pueden evitar gastos en facturas de energía por 18 billones de dólares y cortar inversiones de 6 billones de dólares en infraestructura.
Algunos beneficios adicionales y, no menores, son: la menor contaminación del aire, derivando en mayor salud de la población; avances tecnológicos; fuentes de empleo diversificado; y menores gastos en infraestructura energética (como líneas de transmisión eléctricas, transporte de gas, sistemas de distribución, entre otras).
Sin embargo, a pesar de los beneficios de aplicar políticas de promoción del UREE, todavía existen barreras a la eficiencia que se encuentran en la falta de conciencia, información y capacitación, los subsidios a la energía, y la ausencia de organismos de promoción, entre otras.
La experiencia internacional demostró que las políticas más exitosas en relación con la promoción y el UREE fueron las siguientes:
- Etiquetado de artefactos.
- Adopción de Estándares de Desempeño Mínimo (MEPS por sus siglas en inglés).
- Difusión de Buenas Prácticas en los Sectores Industrial y Comercial, y Público.
- Promoción específica de tecnologías.
- Realización de Programas de Educación, Capacitación y Concientización.
- Implementación de incentivos y desincentivos económicos.