Siendo de las opciones más habituales en esta industria, una tolva para vino permite recibir, procesar y transferir grandes cantidades de uvas, sin desperdicios significativos de esta valiosa materia prima.
Adquirir una tolva térmica para vino es, por ende, una decisión necesaria e inteligente dentro de un sector en el que se debe aspirar a obtener el mayor grado de calidad posible.
Se trata de unas maquinarias que, en su diseño, pueden ser planas o inclinadas. Entre sus variaciones, pueden contar con uno o más sinfines para recibir y trasladar el producto con mayor eficiencia.
La función térmica implica que las uvas deben estar a una temperatura apropiada para poder ser procesadas y garantizar la estabilidad y rentabilidad del producto en las etapas posteriores. Sobre ello, es importante recordar que las uvas deben ser manipuladas de una forma específica según el tipo de vino que una compañía quiera elaborar, poniendo de manifiesto la necesidad de contar con equipamiento apropiado para este propósito.
Al descargar las uvas para su recepción en la tolva, es esencial considerar que el sistema no se sobrecargue, si bien estos mecanismos pueden disponer de ingentes volúmenes de producto para evitar contratiempos mecánicos o logísticos. Sin embargo, las condiciones externas como el clima, también inciden en cómo se procesan y transportan las uvas, por lo que las tolvas también son un tipo de maquinaria que resguarda la uva para ser procesada en el futuro.
Bien se trate de elementos recogidos durante la cosecha o de elementos de exteriores que puedan comprometer la calidad de las uvas, las tolvas representan un lugar seguro antes de que estas puedan ser transportadas efectivamente.